Por Carlos Hernández. Consultor del curso de Métodos y Técnicas de Estiba y Seguridad de las Cargas.
La Comisión Europea estima que 1 de cada 4 accidentes que vienen produciéndose en el Transporte Profesional están relacionadas o tienen directamente que ver con una sujeción inadecuada de las cargas. Otros estudios, indican que casi el 75% de los camiones circulan con una sujeción inadecuada de las cargas. Si nos atenemos a las normas técnicas, podríamos decir que, salvo en países que persiguen mucho este tema, la práctica totalidad de los camiones circula con sujeciones de las cargas que no se ajustarían a las normas técnicas que los estados avalan, como la EN 12195-1:2010, Drivers Handbook, o Load Restraint Guide, por poner algunos ejemplos.
Ante cualquier siniestro de mercancías, nos encontramos con que no hay una sola causa principal, sino muchas y es habitual que se den varias al mismo tiempo. Algunas de las más habituales son:
- En muchos casos, ya antes del transporte en sí, hemos manipulado o colocado de forma incorrecta a la mercancía, dando lugar al vicio de la misma o a propiciar que esta se desplace o dañe durante el transporte.
- En otros casos, el propio diseño del embalaje, o los útiles que empleamos son totalmente inadecuados o insuficientes. Este, quizás sea el punto con mayor proporción de responsabilidad.
- También brillan por su ausencia las herramientas de ayuda. La sujeción adecuada requiere conocer ciertos datos como ángulos, tensión, peso, etc. y en la práctica totalidad de útiles o vehículos no hay dispositivos que permitan conocer estos datos.
- El diseño de la mayoría de semi-remolques, cajas, contenedores, etc. no facilita para nada la sujeción adecuada. En muchos casos, es imposible técnicamente hacer una sujeción acorde a las normas técnicas.
- La ausencia de formación y, sobre todo, de formación reglada que garantice el acceso a la profesión con una garantía mínima, es uno de los grandes caballos de batalla. En la mayoría de casos, se produce una mala estiba, sencillamente, porque los profesionales no han recibido ningún tipo de formación al respecto. Algo que, por cierto, se opone frontalmente a la normativa en Prevención de Riesgos Laborales de la mayoría de países.
En consecuencia, la forma en que se cargan y sujetan la mayoría de las mercancías es claramente insuficiente; la estiba es totalmente inadecuada. Las consecuencias que tiene este gran problema social y empresarial son muchas:
- En primer lugar, tenemos un enorme impacto en lo relativo a daños en las personas. Estos pueden ser leves, graves o mortales y todos los años acarrean cifras millonarias a las empresas y a la Sociedad.
- En segundo lugar, evidentemente, hay otra cifra millonaria que es la correspondiente a los daños a las mercancías. Esto es abonado, en función de la responsabilidad correspondiente, por el expedidor, el transportista, el cliente o cualquiera de sus seguros, si los tuviesen o cubriesen el importe. No hay que olvidar que la mayoría de seguros tienen franquicias y la mayoría de los siniestros quedan por debajo de la franquicia.
- En tercer lugar, hay una pérdida de ventas, de flujo de caja e incluso de clientes, puesto que, aunque se pague el siniestro, la pérdida de tiempo, flujo de caja y confianza en la parte responsable, puede tener consecuencias relevantes.
- Si los problemas son frecuentes, suele producirse una fuga constante de proveedores, e incluso de personal propio, que no pueden aguantar más la situación.
- La mala sujeción de las cargas, además, es más costosa que la estiba correcta. Se emplea más tiempo, más personal y más útiles y consumibles si se hace una mala sujeción que si se hace una estiba adecuada.
- Cada siniestro no solo produce daños en las mercancías; los vehículos y medios empleados también se ven afectados. Sólo los daños en los pisos de contenedores, o en las lonas y neumáticos de los camiones, por poner un ejemplo, suponen cifras astronómicas todos los años.
- Por último, esto deriva en los Seguros, con un incremento de prima relevante. En algunas ocasiones, incluso, las empresas aseguradas no pueden renovar el seguro y se ven forzadas a contratar otras pólizas mucho más costosas.
En definitiva, la mala sujeción de las cargas, se ha convertido en uno de los principales problemas del Transporte de Mercancías y, salvo que actuemos de forma contundente para empezar a enderezar este problema, los perjuicios serán mayores año a año.